lunes, 25 de noviembre de 2013

Agenda Menorca


Os presento una página que me parece muy buena: http://www.agendamenorca.org/portada.php?lang=es. Ideal para estar al día, lo que en inglés se llama una ventanilla única (one-stop shop), que mes a mes informa sobre actividades culturales de todo tipo (conferencias, cine, exposiciones, música, etc.). Creo que no es muy conocida y por eso me permito contribuir a su difusión. Me gusta porque deja claro que aquí pasan muchas cosas, que no hay excusas para aburrirse, que no vale quedarse en casa, que hay oportunidades para salir –no solo en verano–, para la distracción y el enriquecimiento personal; además, que la oferta de la isla no está ni de lejos encasillada en la naturaleza o el deporte, aunque ésas también sean actividades importantes. En fin, un enlace muy en línea con la idiosincrasia de Menorca.


martes, 19 de noviembre de 2013

"Coques"



El fin de semana pasado llegó el otoño de golpe. No da muchas ganas de salir de casa, y por tanto hay más tiempo de hacer cosas…, como cocas ("coques"). La coca es el sucedáneo menorquín de la pizza; se hace con una base parecida, no muy delgada (estilo pizza napolitana), y encima admite muchas combinaciones de hortalizas y verduras: tomate en rodajas con ajo y perejil, sofrito, berenjena, pimiento rojo asado, acelga o espinaca con cebolla y pasas, etc…etc… , aunque también se hacen con arenque (“coca amb pinxa”). A diferencia de la pizza, la coca no lleva queso. Es propia de la cena de muchos menorquines, aunque habrá quien se la coma a otras horas. Se hace en casa –la mejor-, o se compra en muchas panaderías que le evitan a uno el trabajo. Además, aunque no conoce estaciones, se podría pensar que por el material que se usa debió ser más propia de la época veraniega.
También hay cocas dulces, pero lo contaré otro día pues son muy diferentes. Eso no es más que una pincelada de lo que la gastronomía menorquina da de sí.

lunes, 11 de noviembre de 2013

“Santmiquelanadal”, el otoño menorquín

Desde el faro de Cavallería
© Carmen de Vicente
Desde mitad de septiembre, más o menos, estuve preguntando cómo se decía “otoño” en menorquín. Muchos se quedaban pensando. Otros respondían con la palabra homónima del catalán (“tardor”). Pero yo creía que tenía que existir una palabra propia. Hoy, por fin, me han confirmado que a la estación de otoño se le llama “santmiquelanadal”, o sea de la fiesta de San Miguel el 29 de septiembre a la fiesta de Navidad el 25 de diciembre, que pronunciada se contrae todavía más hasta “sanmiquènadal”. Me alegro de que sea así, de que todavía algunos recuerden, y mejor todavía usen, las palabras propias del vocabulario menorquín. De paso también he aprendido que en Menorca las estaciones del año no son cuatro, sino tres: “santmiquelanadal” (otoño), “cinqmesos”  (primavera, de enero a mayo incluídos) y “estiu” (verano, del 1 de junio al 28 de septiembre).  Los nombres de las estaciones en Menorca se corresponden con los períodos de trabajo del campo.  Con relación al invierno, pues queda claro que no es muy apreciable: dura solo una semana, la que va desde el 26 de diciembre al 1 de enero.

viernes, 1 de noviembre de 2013

El queso de los menorquines



Siempre es agradable descubrir en un paseo por el campo un nuevo cartel como el de la foto. 

El queso Mahón-Menorca tiene una forma cuadrada característica, con cantos redondeados y de color entre amarillo y rojizo, resultado de la curación con aceite y pimentón. Se hace con leche de vaca recién ordeñada y según métodos milenarios, que en conjunto le dan un sabor distintivo como a frutos secos –nuez, almendra, más o menos intenso según sea su grado de maduración: tierno, semicurado, curado o viejo (el que no se puede cortar porque se rompe). La producción de queso artesano, es decir el que utiliza leche cruda y que por tanto no se ha sometido a ningún proceso de conservación, ha ido en aumento en los últimos años para delicia tanto de los menorquines como de los visitantes. 

Y es que los menorquines comemos mucho queso, especialmente para desayunar y cenar, con pan, solo o con fruta, aunque también hay formas más modernas de consumirlo. Forma parte de nuestra identidad y de nuestra propia dieta mediterránea, a la que tantos beneficios se le han encontrado y siguen.

La tradición de la elaboración y consumo de queso en Menorca es tan antigua que parece remontarse a la prehistoria, y sin lugar a dudas tiene como mínimo unos 15 siglos de existencia. Los ingleses en el siglo XVIII impulsaron la producción para exportar y en ese momento el queso menorquín empezó a llamarse queso “Mahón”. Ahora hace ya casi 30 años que obtuvo el reconocimiento como denominación de origen protegida, exclusiva de la isla.