Es una de las playas vírgenes más distintivas de Menorca y
me atrevo a decir que de las más visitadas, aunque …puedo equivocarme. De lo que sí estoy segura es de que se
le hacen un gran número de fotos cada temporada. Con el mar en calma y vacía,
como se ve en la foto, es una auténtica maravilla: la forma, el color del mar,
su nitidez, … Eso era lo habitual, incluso en pleno verano, hace unos cuantos
años cuando todavía no se había abierto el acceso. Ahora se puede llegar a pie —unos
20 minutos— desde playa Binimel.là, donde hay un aparcamiento. Evidentemente como resultado de ofrecer un mejor acceso llega más gente, tanta que a los menorquines en plena temporada turística nos
llega a parecer apabullante. Lo
cierto es que nos gusta compartir el encanto de esos pequeños rincones de
nuestra naturaleza; pero, como es apenas un préstamo, pedimos respeto con el
entorno: dejarlo tal como está, procurar no estropearlo, disfrutarlo con calma,
y ¡cómo no!, …incluso mejor en silencio.
Menorca es la segunda de las Islas Baleares. Los menorquines somos hospitalarios y presumimos de historia, monumentos megalíticos, caballos y gastronomía, playas y sol y, desde el año 1993, de que la UNESCO nos declaró Reserva de la Biosfera. Se conocen nuestros zapatos y abarcas, bisutería y queso. Queremos que la isla se conserve como es y, mientras invitamos a que nos visiten, queremos que los viajeros, muchos, la quieran como nosotros. Este blog pretende transmitir ese sentimiento.
sábado, 25 de marzo de 2017
sábado, 18 de marzo de 2017
Barreras
Un elemento omnipresente del campo menorquín son las barreras. Se usan para cerrar parcelas agrícolas (“tanques” en menorquín), pero también cierran caminos rurales, entradas de vivienda, patios y últimamente se usan como decoración. Están hechas de acebuche (“ullastre”), un olivo silvestre que puebla el campo por doquier y que se reconoce fácilmente porque suele estar tumbado en la dirección contraria a la que recibe el viento dominante. Las barreras, que las hacen artesanos de utensilios agrícolas (“araders”) —de los que van quedando pocos—, suelen tener siete u ocho travesaños, que están cruzados por uno o dos en sentido transversal. La madera del acebuche es muy dura y resistente, lo cual suele alargar bastante la vida de las barreras. A modo de juego, te animo a que mientras vas en coche o bicicleta las vayas contando: me atrevo a pronosticar que por lo menos descubrirás un par por minuto.
sábado, 11 de marzo de 2017
Empieza el buen tiempo....
Está haciendo un tiempo primaveral y eso que todavía quedan
unos diez días de invierno. Lo cierto es que con el buen tiempo llegan también
las ganas de salir, lo que aquí en Menorca, tan campestre, quiere decir hacer
excursiones. Se puede ir a la playa o, simplemente, ir por el campo. Hay
montones de caminos que al final, pues sí, acaban en la costa porque la isla es
pequeña. Lo que no tenemos son montañas, excepto Monte Toro que fuera de aquí
no cualificaría como montaña porque tiene poco más de 350 m de altura. Pues eso, ya ha empezado la temporada de eventos deportivos y
vale la pena averiguar sus fechas porque seguro que alguno se adapta al gusto
de cada uno. Las carreras de varios tipos, por mar o por tierra, a pie, en bicicleta,
a nado, a caballo, individuales, en pareja, en equipo,…se están convirtiendo en
un referente de la isla. Cualquiera
es una manera fantástica de estar en forma y de recargar baterías, de disfrutar
de Menorca en vivo y en directo.
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