Un elemento omnipresente del campo menorquín son las barreras. Se usan para cerrar parcelas agrícolas (“tanques” en menorquín), pero también cierran caminos rurales, entradas de vivienda, patios y últimamente se usan como decoración. Están hechas de acebuche (“ullastre”), un olivo silvestre que puebla el campo por doquier y que se reconoce fácilmente porque suele estar tumbado en la dirección contraria a la que recibe el viento dominante. Las barreras, que las hacen artesanos de utensilios agrícolas (“araders”) —de los que van quedando pocos—, suelen tener siete u ocho travesaños, que están cruzados por uno o dos en sentido transversal. La madera del acebuche es muy dura y resistente, lo cual suele alargar bastante la vida de las barreras. A modo de juego, te animo a que mientras vas en coche o bicicleta las vayas contando: me atrevo a pronosticar que por lo menos descubrirás un par por minuto.
Menorca es la segunda de las Islas Baleares. Los menorquines somos hospitalarios y presumimos de historia, monumentos megalíticos, caballos y gastronomía, playas y sol y, desde el año 1993, de que la UNESCO nos declaró Reserva de la Biosfera. Se conocen nuestros zapatos y abarcas, bisutería y queso. Queremos que la isla se conserve como es y, mientras invitamos a que nos visiten, queremos que los viajeros, muchos, la quieran como nosotros. Este blog pretende transmitir ese sentimiento.
sábado, 18 de marzo de 2017
Barreras
Un elemento omnipresente del campo menorquín son las barreras. Se usan para cerrar parcelas agrícolas (“tanques” en menorquín), pero también cierran caminos rurales, entradas de vivienda, patios y últimamente se usan como decoración. Están hechas de acebuche (“ullastre”), un olivo silvestre que puebla el campo por doquier y que se reconoce fácilmente porque suele estar tumbado en la dirección contraria a la que recibe el viento dominante. Las barreras, que las hacen artesanos de utensilios agrícolas (“araders”) —de los que van quedando pocos—, suelen tener siete u ocho travesaños, que están cruzados por uno o dos en sentido transversal. La madera del acebuche es muy dura y resistente, lo cual suele alargar bastante la vida de las barreras. A modo de juego, te animo a que mientras vas en coche o bicicleta las vayas contando: me atrevo a pronosticar que por lo menos descubrirás un par por minuto.
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