En la finca de Ferragut Nou © Pilar de Vicente |
Un pilar importante de la economía de la isla es el turismo.
Casi desde el comienzo de esta industria en Menorca se hizo un esfuerzo para diferenciarnos
de las islas vecinas priorizando la calidad en lugar de la cantidad. Por
supuesto, nos queda mucho por mejorar para alcanzar ese objetivo, así que
seguimos trabajando. Queremos que
se nos conozca por nuestra actitud tranquila y el ambiente de descanso. Además, el carácter isleño es
hospitalario y abierto: nos gusta recibir gente y compartir lo que tenemos. Pero eso no es a cambio de nada, también tenemos expectativas, por ejemplo que los visitantes disfruten de la
isla y todo su contenido… con respeto. Nos molestan los ruidos de los coches y
motos que aceleran sin medida, y más si es dentro de un casco urbano,
contaminando con ruido innecesario; nos inquieta que se sobrepase el límite de velocidad en la carretera y que no se respeten las colas en los comercios como si la
gente local fuera de segunda clase; nos incomoda que hablen a gritos o que alardeen
de cosas que tienen en tierra firme y que aquí no tenemos (¡esa es la diferencia que nos hace atractivos!); nos preocupa que no se
respeten las indicaciones de seguridad en las playas y que no se tomen las mínimas precauciones en las salidas de excursión por el
campo; nos disgusta que se dejen o echen basuras fuera de lugar o que no se
preocupen de recoger los excrementos de sus animales domésticos.... Podría seguir,
pero creo que me he explicado. En fin, apreciamos que nadie olvide que esa es nuestra
casa y estamos encantados de prestarla pero para que eso funcione, mientras están aquí por favor hagan lo mismo que cuando están
en la suya.
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