Paisaje con acebuche, al comienzo del camino de Tramontana
© Carmen de Vicente
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... y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso.
Queda el último tercio de marzo y ayer por la tarde empezó la primavera; sin embargo, hay anuncios de un fin de semana invernal. Parece que también seguirá lloviendo a partir de mañana, aumentando la cuota anual de agua que debe estar a rebosar. Desde luego, lo que no ha faltado este año ha sido agua. A cambio, el frío se ha contenido y el abrigo lo hemos usado poco. El viento, tan típico de Menorca porque nos llega de todos lados, también se ha contenido y en marzo —por ahora— sólo nos ha visitado unos cuatro días. Eso es muy poco: lo dicen los acebuches (ullastres, en menorquín), acostumbrados a crecer en horizontal. Por lo demás, aun en espera de lo que pase con las lluvias en abril, parece que hay menos probabilidades de que mayo sea florido y hermoso.
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