"Tancas" en "es camí d'en Kane" entre Alaior y Mercadal © Pilar de Vicente |
Febrero suele ser uno de los meses más fríos, pero algún año
hace una excepción. Ese parece ser el caso de 2014: estamos a mitad de mes y por
ahora no ha hecho el típico frío de invierno. No creo que hayamos bajado de 4 o
5 grados durante la noche y durante el día de 10. A cambio, eso sí, se ha
rebasado la cuota de lluvia. Empezó la segunda mitad de noviembre con muchas
ganas, sin darnos tregua durante tres semanas, y ha seguido lloviendo menos
pero con insistencia. Como no estamos acostumbrados a tanta agua –aunque sí a
la humedad–, el tema se ha convertido en conversación cotidiana: que si todo
está encharcado, que si las vacas no pueden salir al campo, que si los cultivos
se han ahogado, etc. Para
compensar los inconvenientes, desde hace un mes el campo está esplendoroso,
atiborrado de “flor d’avellana” (pasto agrio en español, botánicamente Oxalis pes-caprae), una hierba de origen
sudafricano que vino para quedarse, una maleza para ciertos fines pero sin duda
un atractivo para la vista. El espectáculo está al alcance de cualquiera, tanto pasando por la carretera general como por una secundaria o un camino rural. Vale la pena disfrutarlo en vivo. Las fotos se quedan cortas.
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